EL UNIVERSO DESPLEGADO
Los árboles no dejan de insistirme,
cuanto más me desnudo
mejor oigo lo que me dicen,
mejor entiendo a la araña en su luz
y a la mariposa en su fortuna de alas,
al lirio pleno en su milagro violeta,
al viento que sube y baja,
a la carpa que me dice no soporta la intemperie,
al perro que incluso muerto viene a saludarme
y escribe poemas mucho mejores que los míos.
Sean honrados todos los seres
con los que comparto la vida y la memoria,
el tiempo de la eternidad y el de este atardecer
que ha sumado tantas complicidades
cuando todo me habla en su confusión de voces.
Aunque aquí no haya nadie,
qué rica esta manzana,
esta nada tan llena.
Antonio Orihuela. Campo Unificado. Ed. Olifante, 2019