Rocio


Una forma de religiosidad, de vivir la fe de una sencillez sobrecogedora, real. Una conexión con la imagen(que es Dios) personal y cercana de cada uno de los seres que componen la multitud. Es la Virgen del Rocío un Oráculo del siglo XXI, Oráculo que dicta y hace milagros. Una imagen que transforma la vida de las personas, un objeto mágico cargado de fuerza humana.
Es tanto el poder de los seres y del talismán ritualizado que se entra en un trance colectivo, una agradable tensión que vibra en el ambiente para bien y para mal.
Una energía que supera al hombre-mujer y forma el espacio como unidad, adrenalina, tensión y magia.
Adentrándose en la vida y la muerte, es tan fuerte la emoción colectiva que es compartida en forma ritual entre vivos y muertos, es un espacio-momento de trance colectivo, es algo inexplicable con palabras(porque supera al lenguaje), e incluso a la capacidad cultural de comprensión del mundo.
Esta unión energética consigue crear una cercanía y conexión entre las personas verdaderamente sorprendente, acercando la intimidad más delicada de la vida entre extraños, es una especie de comunión humana. Bellísima y tranquilizada para el Alma, es un descanso de individualidad, es una cercanía a Dios. A la magia de la existencia desde la humildad y sencillez más grande de los seres que vuelcan su poder mental y esperanzas sobre un objeto. Que a su vez es capaz de retener esa fuerza mediante una serie de rituales y orden muy definido. Lo Sagrado es Sagrado porque se construye Sagrado.
Y lo más bello entre lo bello el movimiento de la virgen el Domingo de Pentecostés, la danza más bella del mundo.